Hay días que miro mi reflejo
sintiendo lástima de lo que veo
esa pureza que se fue
esos lamentos que hoy yo tengo
la suciedad de mi ser
lo que dejó tu silencio
el adiós del ayer
mi enorme lamento.
Aquella noche de tu despedida
me lancé al desamor
y sin otra salida
me embarré de dolor;
me llené de tanta ira
que ya no recuerdo como se sintió
el amarte sin medidas
el vivir de pasión.
Tu trágica partida
me empapó de tristeza
teñiste mi vida
con tu orgullo y tu impureza;
cambiaste mi existir
al salpicarme con tu odio
contaminaste aquel sentir
lo dañaste del todo.
La ingenuidad ya murió
intoxicada de arrepentimientos
decepciones del pasado,
desperdicios de sentimientos.
Arruinaste la perfección
que existía en lo nuestro
hoy mi cuerpo está manchado
con tu asqueroso recuerdo
te encargaste de desaparecer
la inocencia que había en mi
Al llevarte aquel querer
Ensuciaste mi vivir.
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