¿Recuerdas aquella niña ingenua que se desvivía por ti?
Eras su primer pensamiento en las mañanas y el último sueño de las noches.
Te preguntaba como te sentías y se preocupaba por tu bienestar.
Sonreía desde que te veía, según ella, enamorada.
Te llamaba simplemente para saber como te encontrabas.
Hablo de esa niña que te demostraba su cariño
ya sea con mensajes, poemas o todo su ser.
Siempre te decía que te amaba
al parecer temía que lo olvidaras
y hablaba de bodas, niños y la eternidad.
Su voz no temblaba al susurrar un te amo
no había dudas de que eras lo mejor
ella se encargaba de que lo tuvieras presente.
¿Sabes de quien te hablo?
La niña esa que luchó por tenerte
y te dio su alma sin pensarlo dos veces
sí, esa misma que sufrió al perderte
mas siempre te brindó su afecto y toda su comprensión
aunque te celaba hasta con la sombra y quería más amor.
Nunca se conformó con lo que le dabas
nada era suficiente de ti
exigía tu presencia en su vida por siempre
pues no podía imaginarse sin ti a su lado.
Te llenó de tarjetas y frases de amor
publicaba lo que sentía, al mundo clamaba: "¡Al fin lo encontré!"
Eras su dicha, te besaba con pasión,
tenías su corazón.
tenías su corazón.
Te estoy contando de ella,
que, aunque suene patético, todavía te piensa.
Sigues corriendo por sus venas.
¿Ya la recordaste?
¿Sabes quien es?
¿No?
Yo tampoco.
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