Te escribo en un día cualquiera, para recordarte algo que deberías tener siempre presente. Yo lo veo en ti todos los días.
Eres una persona única. En este planeta repleto de incontables personas, no hay nadie como tú. Tienes una historia inigualable, solo tu corazón lo sabe, el lleva todas las estampas de los viajes que has emprendido. Nunca te sientas menos que especial. Se que no te lo crees por toda la humildad que guardas y eso te hace más grande aun. Quizás hoy quieras cambiar hechos de tu historia, porque has cometido errores y te arrepientes, mas yo te digo que no, aunque en realidad no lo pienses así, has estado en cada lugar indicado para crear la obra de arte que eres hoy.
A veces olvidamos amarnos, con la ajetreada vida que llevamos, no es para menos. Tenemos que hacer nuestro trabajo con una sonrisa en los labios sin importar el color del día. Debemos dedicar tiempo a nuestros estudios aun cuando no tengamos tiempo para un respiro durante el trabajo. Y es importante que nos preocupemos por hacer sentir bien a todas las personas que nos rodean en nuestro diario vivir. Y luego de todo esto tenemos que sacar tiempo para darnos amor propio? NO, luego no, es lo primero que debemos hacer. Debemos amarnos para poder tener esa sonrisa en el trabajo, debemos sentir interesados por lo que sabemos ya para querer seguir estudiando y aprendiendo más, debemos valorarnos a nosotros mismos para después preocuparnos y valorar a los demás. Que lo que más difrutemos sea nuestra compañia para que el resto nos valore también.
Pero ojo, no intentes caerle bien ni complacer a todo el mundo, no podrás. Acepta tu condición de humano, equivócate y perdónate. Recuerda Dios primero, luego tú, luego el resto. PIENSA SIEMPRE ESTO:
- Has cambiado.
- Has superado.
- Has crecido.
Eres grande, eres fuerte, eres mejor.
AGRADECE.
Att.:
Tú misma.
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