Cosas inservibles

Creo que realmente es hora de admitirlo. Tantas decepciones en la vida no son buenas para la salud emocional de una persona. Mi mente está perdida en un abismo lleno de cosas inservibles. El inútil recuerdo, simplemente pasado que no volverá. El irritante silencio que queda en las noches al final de cada día. Miles deseos sin esperanzas de que se puedan cumplir. Y pensamientos dudosos sobre que hubiera sido de mi vida si hubiese sido otra realidad.

Yo necesito algo que elimine esta monotonía. Que me brinde nuevas ilusiones o me recuerde como son los colores, porque de tanto gris ya he olvido lo maravilloso que es ser feliz. Le pido a Dios que le devuelva la magia a mis días, que erradique esta agonía que ha formado tanto tiempo parte de mí. Me he sentido sola, muchas veces rodeada de personas, pero yo soy la culpable por exigir lo que mi destino no considera indicado.

Estoy desesperada. Siento que el tiempo que pasa no me ayuda en nada. Solo empeora las cosas. Porque mientras pasan los minutos, a la hora de recordar, la nostalgia es más grande. Porque veo como todo se desperdicia en simples fantasías de un futuro irreal que nunca llegara a mi verdad. Solo formará parte de mi estúpida imaginación que provoca decepción a cada paso que doy.

A veces quisiera poder desconectar mi cerebro. Pues ya de nada sirve traer a mi vida cosas que solo causan dolor. Si fuera tan fácil como presionar un botón, para eliminar todo lo que sucedió. No pensar en nada, que las memorias no me afecten y me dejen seguir adelante. Ya que las cosas no se pueden cambiar, todo lo que quiero es poderlo borrar.

Estoy exhausta de esperar cosas que no suceden, de disminuir mis exigencias y que nadie las complete, tratando de pedir poco para que llegue alguien que pueda sobrepasar lo que quiero, intentando ser feliz, con las cosas que tengo.

Pero, ¿Saben qué? Ya no me importa nada. A mí me tienen que querer como soy pues yo no seré feliz hasta que alguien valore mi persona, mis sentimientos, mi moral y todo lo que puedo dar. Con mis exigencias, con mis virtudes y mis defectos, me deben encontrar especial. Yo soy única y si a una persona le resulta complicado verlo, simplemente no es para mí.