La vida me ha enseñado que una acción vale más que mil palabras. Las palabras te engañan, los hechos no. He escuchado tantas verdades, tantas mentiras y gracias a esto ya no soy la misma ilusa que se ciega por un supuesto amor. De ti aprendí que sirve más el silencio que vanas palabras sin sentido. Es mejor callar que expresar falsos sentimientos, siempre preferiré la cruda verdad de los hechos que la falsedad en un lamento.
Si no lo sientes ahora, es porque nunca lo hiciste. Abrir los ojos es difícil en el momento, pero ciertamente hace el futuro más simple. Ahora que veo todo con claridad me doy cuenta que los pesares han vencido tantos miedos, han destruido tantos límites, han hecho de mi lo que soy en este día. Te lo debo agradecer, es por ti que me he dado cuenta que si he superado tanto en esta vida es porque nada me puede vencer.
Te observé tanto, me acostumbré tanto a ti, se exactamente como eres y gracias a esto se exactamente lo que nunca quiero ser. Eres el ejemplo perfecto para las personas sin sentimientos, tan egoísta para no pensar en los demás, tan insufrible para no importarte ni un pedasito, quien te valora de verdad.
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