Si, lo sé
te acercas,
vuelves otra vez...
Ya escucho tu silencio
y veo tu oscuridad.
Es costumbre tenerte cada noche
siento como me acaricias
y me acompañas hasta el amanecer.
Hay veces que reímos,
otras que lloramos,
recordando lo que se ha perdido
y las tonterías del ayer.
Me miras y sonríes,
no entiendo que te causa tanta gracia,
luego me besas y me brindas de tu angustia,
con abrazos me llenas de nostalgia.
Ya ni siquiera funciona
mil ovejas contar
tu frialdad me devora
por favor, tenme piedad.
La verdad es que estoy hastiada de tí,
solo me haces perder el tiempo.
No te importa,
tu amas este juego.
Disfrutas inundar de paranoia mi vida,
ver como tu presencia me va desgastando,
hasta a ti me estoy acostumbrando.
Es un desafío nuevo
el de cada madrugada
probar a ver, el que tira la toalla
quien pierde primero las esperanzas.
Yo siempre termino ganando,
pero sin duda alguna eres una feroz oposición.
Ya hasta los días me la paso planeando
cuando regreses, como te me escapo.
Pues en cada sombra ahí estás,
en las noche sin estrellas y en los sueños sin paz.
Por ahora me despido, adiós, hasta mañana,
espero tu visita, la siguiente madrugada.
Ya hasta siento que te admiro
tu rutina se ha vuelto mi ley.
Proclamas las reglas de las noches
y te adueñas de mi hasta las seis.
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