Carta al Indicado

Sr. indicado,
hoy llegaste a mis pensamientos
sin entender la razón, sin saber que es lo quiero
si no tengo que pensar, ¿En qué realmente pienso?
Aveces te necesito aunque confieso que siento miedo
de que tu llegada se dé en un momento incorrecto
en el cual tenga que actuar sin poderme controlar
y me vuelva a equivocar, sí, una vez más.
No pido que te apresures y que apagues este infierno
solo quiero que cuando vengas, sea para algo eterno
tómate tu tiempo, demórate en llegar
en cualquiera que sea nuestro instante, sé que vamos a volar.

Será con tu sonrisa, esa que tanto he añorado
que cruzaré cada frontera que quiera separarnos,
amarrada a tu cintura sentir ese calor
que el frío de la nostalgia, hace mucho se llevó.
Agarrada de tu mano encontrar toda la paz
y cuando tu estés a mi lado, nada me pueda irritar,
al mirarme en tus ojos aprender a sonreir
que me guíes por el camino donde puedo ser feliz.

No preguntaré dónde estas, ni por que has tardado tanto
eso quitaría la magia de imaginarme entre tus brazos
solo quiero recordarte que te espero justo aquí
cuidando este espacio que he guardado para ti.
Estas son palabras que nacen del interior
de allí donde reposa el alma y mi inmenso corazón
con la confusión entre mis dedos es hora de confesar
que en cada uno de estos versos se esconde cierta inseguridad.

Att. Quien te busca y "no te espera".