Hoy tengo deseo de ser una mejor persona. Borrar todo lo que tanto me ha retrasado, recuperar todo el tiempo desperdiciado hasta ser feliz con las maravillosas bendiciones que Dios me ha dado. Dejar de tener miedo, luchar por cada uno de mis sueños, este es el momento para decidirme a ser valiente, para demostrar todo lo que mi corazón siente sin importar lo que diga la gente, lo que el mundo pueda llegar a pensar.
Las ganas de mejorar son la perfecta razón de despertar cada amanecer. Ese deseo de superación que corre por mi cuerpo me brinda las fuerzas de intentar nuevos retos, cero temor, cero miedo, para así lograr cada una de mis metas. Cada mañana despierto llena de esperanzas, planeando la manera de eliminar los aspectos negativos de mi existir. Esa es la clave del éxito, mi nueva manera despreocupada de tomar las cosas, es justamente lo que me tiene hoy en día siendo feliz.
Descubrí que nada se gana lamentando, si ya sucedió, no puede ser borrado. Una persona muy sabia me dijo una vez: "Si tienes un problema no pierdas tu tiempo lamentándote, preocupate por buscar la solución. Todo problema la tiene, de lo contrario, no es un problema lo que estás enfrentando." Admito que aveces olvido estas palabras, dejándome llevar de la angustia y el dolor, pero luego comprendo que hay cosas que están fuera de mis manos, nadie es mi marioneta para hacer lo que se me antoje. Por esto debo aceptar las decisiones de los demás, pero más importante aún, ser feliz con lo que Dios me da.
Con el tiempo uno se va dando cuenta del porque de las cosas. Hay personas que se van, otras se quedan, veces en que se ganan o también se puede perder. Uno nunca sabe lo que le va a tocar por destino, pero lo que si se puede asegurar, es que lo que sucederá, sus razones tendrá. Hay que valorar el presente para no desperdiciar el futuro sintiendo lástima contigo mismo, arrepentido de que en este irónico presente, nunca comprendiste lo que en el futuro entenderás.
Las ganas de mejorar son la perfecta razón de despertar cada amanecer. Ese deseo de superación que corre por mi cuerpo me brinda las fuerzas de intentar nuevos retos, cero temor, cero miedo, para así lograr cada una de mis metas. Cada mañana despierto llena de esperanzas, planeando la manera de eliminar los aspectos negativos de mi existir. Esa es la clave del éxito, mi nueva manera despreocupada de tomar las cosas, es justamente lo que me tiene hoy en día siendo feliz.
Descubrí que nada se gana lamentando, si ya sucedió, no puede ser borrado. Una persona muy sabia me dijo una vez: "Si tienes un problema no pierdas tu tiempo lamentándote, preocupate por buscar la solución. Todo problema la tiene, de lo contrario, no es un problema lo que estás enfrentando." Admito que aveces olvido estas palabras, dejándome llevar de la angustia y el dolor, pero luego comprendo que hay cosas que están fuera de mis manos, nadie es mi marioneta para hacer lo que se me antoje. Por esto debo aceptar las decisiones de los demás, pero más importante aún, ser feliz con lo que Dios me da.
Con el tiempo uno se va dando cuenta del porque de las cosas. Hay personas que se van, otras se quedan, veces en que se ganan o también se puede perder. Uno nunca sabe lo que le va a tocar por destino, pero lo que si se puede asegurar, es que lo que sucederá, sus razones tendrá. Hay que valorar el presente para no desperdiciar el futuro sintiendo lástima contigo mismo, arrepentido de que en este irónico presente, nunca comprendiste lo que en el futuro entenderás.
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